Capítulo 100

Federico observaba a Emilio tendido en el suelo, junto con los otros hombres que también gemían de dolor a su alrededor. Fruncía el ceño con fuerza, y en sus ojos se acumulaba una rabia intensa. Pensar que Josefina había sido ultrajada por esos hombres que Emilio había traído hacía que la furia en su interior se desbordara. "¿Cómo se atrevió?" —¡Emilio, estás buscando la muerte! Avanzó con furia y le asestó una patada directa al pecho, justo sobre el corazón. Emilio gritó de dolor y fue incapaz de objetar nada, por poco perdía el conocimiento. Los miembros de la familia Barrera, al presenciar tal escena, comprendieron que el asunto no se resolvería tan fácilmente. Sin embargo, para salvaguardar la reputación de Federico y los intereses futuros de la Compañía Viento del Este, ordenaron que los invitados fueran dispersados, impidiendo que siguieran presenciando el escándalo. Aunque los invitados no estaban satisfechos y les habría gustado seguir viendo el drama, no se atrevieron a quedar