Capítulo 26

Federico colgó y entró en la casa, vio a Josefina ocupada en la sala de estar y habló en voz baja. —Hay un asunto en la empresa que tengo que ir a resolver. Ella ni siquiera alzó la mirada y continuó concentrada en lo que hacía. Él arrugó la frente. La sensación de ser ignorado le resultaba desagradable, pero aun así, contuvo su temperamento y dijo: —Josefina, otro día vendré a visitar a la abuela. Acompáñala tú un poco más. Esta vez Josefina sí levantó la cabeza y su mirada hacia él estaba cargada de sarcasmo. Josefina movió los labios, pero al final no dijo nada. Solo rio y entró en la habitación con la ropa en brazos. Federico arrugó aún más la cara. La mirada decepcionada de ella lo dejó algo desconcertado. Miró la puerta bien cerrada de la habitación de la abuela de Josefina. Dudó por un instante, pero, aun así, se acercó para tocar. Cuando llegó a la puerta, el celular volvió a sonar. —Voy para allá ahora mismo. Respondió y se dio la vuelta sin vacilar, marchándose. Andrea se hab