Capítulo 52

Valeria se apresuró a retomar la conversación, reconociendo su error. —Por supuesto, ¿quién podría competir con usted? Todo esto ha sido culpa mía, señor Salvador. Le ofrezco mis disculpas. Que usted no guarde rencor y aún esté dispuesto a invertir en el proyecto de Compañía Nube Blanca es algo que agradezco enormemente. Salvador no insistió en el tema, su tono era indiferente. —Habla con resultados. Valeria respondió con respeto: —Sí, señor Salvador. En Compañía Nube Blanca no lo decepcionaremos. En ese momento, ella aún sentía como si estuviera soñando. Jamás imaginó que Josefina realmente lograría conseguir la inversión de Salvador. Aprovechando la ocasión, Valeria organizó una cena e invitó cordialmente a Salvador, quien no rechazó la invitación. Por la tarde, Salvador tenía otros compromisos en su agenda. Antes de irse, miró a Josefina y dijo con calma: —Orlando llevó tu auto a la oficina. Valeria tenía intención de quedarse a hablar un poco más con ella, pero al escuchar eso, com