Capítulo 76

Federico apartó con impaciencia a todos los que intentaban detenerlo y se dejó caer en el sofá, bebiendo en silencio con el rostro afectado. Los presentes, al verlo calmarse, respiraron aliviados en secreto. Uno tras otro se acercaron a él, tratando de convencerlo de que no se rebajara al nivel de Emilio. Federico permanecía con el rostro serio y no respondía. Después de vaciar una botella de licor, tomó su saco de traje que estaba a un lado y dijo con gravedad: —Me voy. Al verlo así, los demás no intentaron detenerlo, solo sonrieron y lo acompañaron hasta la puerta. Luis esperaba en el auto. Al ver que Federico salía, bajó rápidamente para abrir la puerta trasera del vehículo. Federico subió al auto, rodeado por sus amigos más cercanos. Al cerrar la puerta, Luis regresó al asiento del conductor. Echó un vistazo al rostro sombrío de Federico en el asiento trasero, dudó un momento y aun así se atrevió a hablar. —Señor Federico, hoy la señora Josefina canceló la cena previa a la boda. El