Capítulo 79

Al ver que habían descubierto sus pensamientos, Santiago no se sintió incómodo. —En este aspecto, eres tú quien tiene la ventaja. Las oportunidades son para quienes están preparados, y confío en que podrás lograrlo. Nancy percibía la admiración de Santiago. La mayoría de las personas, al mirarla, se fijaban primero en su cara y en su figura, sin reconocer jamás su verdadera capacidad. Santiago, en cambio, sabía valorar a las personas. Eso despertó en ella cierta sensación de afinidad hacia él. Nancy sonrió. —Entonces, señor Santiago, de ahora en adelante le pediré que me oriente mucho. Al verla con aquella mirada vivaz, Santiago dejó que un leve destello cruzara sus ojos y, de pronto, comentó: —Tú y Teodoro parecen llevarse muy bien. Ayer, en el hospital, fue él quien te cuidó; se ven bastante cercanos... Nancy arqueó una ceja. Era cierto que su protección y su trato hacia ella habían sido poco comunes. Pero siempre había tenido la impresión de que Teodoro ocultaba algún otro propósito