Capítulo 86

—No te preocupes por ella, sigamos... Pero Julia no tenía la menor intención de dejarlo pasar, y el celular seguía vibrando sin descanso. —Puede que sea algo urgente. Nancy sonrió, pero la sonrisa no alcanzó sus ojos. Bajo la fría mirada de Nancy, José empezó a mostrarse visiblemente incómodo y, al final, contestó la llamada. —¿Qué haces...? Pero, fuera lo que fuera que dijeron al otro lado, la expresión de José cambió de inmediato. —Está bien, lo sé. Colgó, se puso de pie y se acomodó el traje. —Nancy, me temo que hoy no podré seguir acompañándote, tengo un asunto urgente que debo atender. —¿Oh? ¿Tiene que ver con Julia? Nancy se levantó también y lo miró fijamente. —¿Qué asunto es tan urgente que tienes que irte así? ¿No dijiste que ya no tenías contacto con ella? José inhaló hondo. —Nancy, espérame aquí. Voy a ocuparme de unos asuntos privados y volveré enseguida. Tranquila, mi corazón sigue siendo tuyo. Otra vez con la misma táctica gastada para embaucarla. Todavía pretendía tomarl