Capítulo 39 Dame una Oportunidad

—Mari. Al escuchar aquella voz tan familiar, Mariana se detuvo sin poder evitarlo. Pero antes de que alcanzara a girarse, Sergio ya estaba a su lado, tomándole las bolsas del supermercado. —¿Te mudaste a vivir por aquí? Preguntó con un tono en el que se percibía una alegría genuina. Mariana asintió con la cabeza. —He estado de viaje de trabajo fuera de la ciudad todo este tiempo —explicó Sergio—. Volví anoche. Justo le decía a Pablo que, cuando tengamos tiempo, los tres podríamos compartir una comida algún día. —Oh. La reacción de Mariana fue serena, incluso podría decirse que... Distante. Sergio no pareció molestarse y continuó: —Podríamos aprovechar y hacerlo ya, ¿qué te parece esta noche? En mi casa, yo preparo... —Esta noche tengo algo que hacer. —Lo interrumpió Mariana. La sonrisa de Sergio se tensó apenas por un instante. Sin embargo, pronto la recuperó. —¿Sí? ¿Es algo importante? —Mm... —No pasa nada, lo dejamos para otro día. Ahora que ustedes viven cerca, será fácil vernos. La