Capítulo 266

Ana se mantenía sombría y no dijo nada; levantó el pie con la intención de marcharse primero que todos. Apenas pasó junto a Luis, él la sujetó firmemente por la muñeca. —Vámonos juntos. —Dijo Luis, apretando su muñeca, con una mirada que no admitía réplica. Ana lo miró con frialdad y, haciendo un gran esfuerzo, logró zafarse de su agarre. —No hace falta, puedo irme sola. —Respondió Ana, fastidiada. Tras decirlo, temiendo que Luis repitiera el mismo gesto de antes, se apresuró a salir de la sala de descanso. Luis la observó con detenimiento mientras se alejaba, entrecerrando levemente los ojos. Al fin y al cabo, considerando que había otros presentes, no hizo nada más al respecto. Ana caminó apresurada hacia la salida de la comisaría mientras marcaba el número de Isabella. Antes de que la llamada se conectara, vio a Agustín y los demás frente a la entrada. Al verla, mostraron ellos cierta incomodidad, pero aun así la saludaron a regañadientes con cortesía: —Señora López. Ana no les resp