Capítulo 295

Mucho menos para venir a sufrir a un lugar como este. Él sabía muy bien que Rocío no quería aceptar nada de su parte porque no deseaba tener más vínculos con él, pero no podía resignarse. Él, Tomás, no podía en realidad convertirse en un completo extraño para Rocío. Por eso anhelaba que ella pudiera aceptar sus regalos como antes, con tranquilidad, esperando que la hicieran feliz, y no como ahora. Rocío no esperaba que Tomás malinterpretara todo de esa manera. Lo miró con mucha seriedad y le dijo: —No me falta dinero. Compré la bicicleta eléctrica simplemente porque me resulta práctica. Además, todos estos años ya he recibido bastantes favores de la familia López. Ahora que tú también vas a casarte, no es apropiado que yo, siendo una extraña, siga gastando tu dinero de esa manera. Si tu prometida se entera, tampoco le agradará. Tomás, después de escucharla mencionar a Carmen, pensó que todavía guardaba rencor por lo ocurrido anteriormente. Al recordar las injusticias que Rocío había su