Capítulo 23 La denuncia

Fabián se encogió de hombros con indiferencia: —Ok, entonces la próxima vez no diré la verdad. Tadeo estaba a punto de enloquecer, no podía ganarle a Fabián de ninguna manera, y se volteó a mirarme con furia. —Serafina, todavía no te has divorciado de Evaristo, definitivamente les contaré a mamá y papá sobre lo sucedido hoy, y aunque te quieran mucho, no permitirán que sigas cometiendo actos moralmente degradantes. Después de decir eso, Tadeo se fue furioso, dejándome a mí y, a Fabián con el ambiente incómodo. El buen humor de antes fue completamente arruinado por Tadeo. Suspiré y tomé la iniciativa: —Tadeo es un loco, no le prestes atención, vamos a comer. En realidad, Tadeo me quería muchísimo antes, era un hermano muy bueno, siempre pensaba en mí primero cuando tenía algo bueno. Pero todo cambió después de que Almira se hiciera mayor. Mejor dejar el pasado allí; es demasiado doloroso recordarlo. Fabián y yo servimos la comida en la mesa, los dos comimos en completo s