Capítulo 29 Descubriendo su verdadera cara

El día que Almira salió del hospital, le envié un mensaje para encontrarnos al día siguiente y ofrecerle una comida. Ella aceptó con rapidez, tal vez adivinando que mi intención de invitarla a comer no era solo por la comida. Además, ella pensaba que el niño que llevaba dentro aún estaba conmigo, y aunque yo no la hubiera buscado de forma maliciosa, ella habría encontrado la manera de acercarse. También supe que Tadeo, después de ser rechazado por Fabián en el hospital la última vez, no se dio por vencido y había acordado reunirse con él al día siguiente para hablar de un negocio, en el mismo restaurante. En ese preciso momento, me aseguraría de que Tadeo viera la verdadera cara de Almira. ... De forma deliberada salí media hora tarde, y para cuando llegué al restaurante, Almira ya estaba algo impaciente. Al verme, rápidamente ocultó su expresión, como si todo lo que había pasado antes fuera solo una simple ilusión mía. Apenas me senté, no pudo evitar quejarse: —Serafina, ¿por qué tard