Capítulo 62 Para nada se compara.

—No quise discutir contigo. Si alguna vez vuelvo a verte con Evaristo o veo que te has entrometido en los asuntos de la familia Rodríguez, ¡entonces te consideraré que eres parte de ellos! —Y, por último, con todo lo que pasó el día de hoy, en realidad estoy muy decepcionada contigo. No pensé que, para ti, yo, tu hermana, no valiera más que los extraños. Traté de imitar su actitud, fingiendo estar muy dolida, y me limpié una lágrima falsa. Mi madre, creyendo que de verdad estaba triste, corrió a consolarme desesperada. Almira se quedó sorprendida, pero pude notar claramente el odio en sus ojos. No dije una palabra más, me recompuse rápidamente, les dije algo a mis padres y me fui. Dicho esto, si Almira alguna vez se comprometía tan abiertamente con la familia Rodríguez y Evaristo, seguro mis padres también llegarían a conocer su verdadero carácter. De vuelta en casa, me concentré en los asuntos de la marca, manteniéndome alejada por completo del mundo exterior. Durante ese t