Capítulo 81

La mujer, que normalmente era seductora y provocativa, hoy llevaba el cabello recogido en un moño bajo. En la parte superior vestía una camiseta sencilla y modesta, y en la inferior una falda negra de vuelo. Su cara, blanca y delicada, estaba completamente al natural, sin una gota de maquillaje, y llevaba un delantal atado al frente. En conjunto, tenía el aspecto completo de una ama de casa. Pero ni siquiera ese atuendo podía ocultar su belleza. Javier resopló con frialdad por la nariz, casi riéndose, aunque mantuvo la cara seria. —¿La cena está lista? —preguntó. —Por supuesto que sí —respondió Clara con una expresión solícita, se acercó para tomarlo del brazo y llevarlo hasta el sofá. —Ven, siéntate primero y cámbiate los zapatos. Después de decir esto, tomó rápidamente unas zapatillas limpias y se agachó frente a él para quitarle los zapatos de cuero con sus propias manos... Al verla tan dulce y atenta, Javier no pudo evitar toser suavemente. Aunque se sentía bastante incómodo con es