Capítulo 11

Alejandro dijo con paciencia: —¿Cómo podría equivocarme en algo tan grave? —Es cierto, cuando fui secuestrado, ella me salvó sin importar el peligro. Siempre lo recuerdo y me conmueve profundamente. —Pero, pocos días después de que terminó ese incidente, ¡descubrí por casualidad su informe de aborto! —Si ese niño fuera mío, ¿por qué no me lo dijo? Al decir esto, Alejandro apretó los dientes y su cuerpo tembló levemente. Las venas se marcaban en su frente; estaba al borde de estallar por la ira. —La verdad es una sola: me traicionó. ¡Ese hijo era de otro hombre! Después de revelar el secreto que llevaba guardado por tanto tiempo, Alejandro sintió que toda su fuerza lo abandonaba. —María me traicionó, pero, aun así, no tuve el corazón para terminar con ella. Entonces, me dije que, mientras ella tomara la iniciativa de confesar y admitir su error, la perdonaría. Después de todo, durante estos cinco años me ha dado mucho, incluso arriesgó su vida por mí. —Pero, esperé mucho tiempo y, no so