Capítulo 21

Alejandro, lleno de ira, volvió a llamar, pero nadie respondió. Bajó las escaleras a toda prisa, se subió a su deportivo y condujo hacia Starfall Highlands. Aceleró durante todo el trayecto, reduciendo el recorrido de media hora a solo veinte minutos. Apenas detuvo el auto, Alejandro abrió la puerta y bajó. De pronto, su teléfono sonó. Pensó que sería María devolviéndole la llamada, pero en la pantalla aparecía el nombre de Isabel. No quería contestar, pero la imagen del estado en que había quedado Laura pasó por su mente. —¿Sí? ¿Qué pasa? Isabel habló con voz temblorosa: —Señor, hay algo que creo que debo decirle. —Laura no murió. Hace un momento estuvo buscándolo; llevaba un cuchillo. Parece que quiere vengarse... Alejandro se sorprendió un poco, pero no le dio mayor importancia. —No hay nada que temer. Ella no puede causar problemas. Con ganas de ir a ver a María, colgó enseguida. Una alegre melodía de piano salía desde el interior de Residencial Los Olivos y muchas limusinas estaba