Capítulo 42

Al ver que Silvia llevaba varios días sin salir de la habitación, Salvador no pudo evitar decir: —Silvi, con que te familiarices con la información de los altos directivos y los miembros del consejo de la empresa es suficiente; no es urgente que estudies el desarrollo de proyectos ni los socios colaboradores. —Papá, tranquilo, puedo con esto. —Silvia levantó la cabeza y lo miró al responder. En su espaciosa habitación, el escritorio y el suelo estaban cubiertos de montones de carpetas. Eran datos internos de Grupo Brisalia; revisarlos le ayudaría a comprender lo más rápido posible la estructura y el avance de la empresa. —Hija, yo organizo el banquete para anunciar que eres la heredera y allanarte el camino a futuro, no para que tomes esto como si como si te fuera la vida en ello. Dijo Salvador conmovido. Silvia estaba tan ocupada que tenían que recordarle que comiera. La luz de la habitación de Silvia solía permanecer encendida hasta las tres o cuatro de la madrugada. —Yo sigo aquí; l