Capítulo 74

Mientras trabajaba, Armando alzó la mirada y, al ver a Gustavo, se mostró un poco sorprendido; enseguida dijo: —¿Qué haces aquí? —Papá, te extrañaba. Vine a buscarte para que vuelvas a casa a cenar. Le pedí a la Srta. Patricia que me trajera. Gustavo corrió hacia él y se recostó en sus piernas, mostrando una expresión de dependencia. No quería cenar solo: quería que Armando y Silvia lo acompañaran. —Está bien, entonces en un rato vuelvo contigo para cenar. —Armando sabía que en esos días le había hecho pasar malos ratos a Gustavo, así que le revolvió el cabello con la mano y le indicó que fuera a jugar. En ese momento, Patricia también entró y, sin necesidad de que Armando le diera instrucciones, se llevó a Gustavo a su propia oficina para entretenerlo. Durante el trayecto, varios empleados intentaron congraciarse con Gustavo, pero todos recibieron miradas de advertencia por parte de Patricia. Sobre todo cuando alguna empleada quería acercarse demasiado a él, la mirada de Patricia dest