Capítulo 153

Por muy buen carácter que tuviera Ximena, no pudo evitar sorprenderse y molestarse ante las palabras de José. De verdad no entendía por qué José sentía un desprecio tan grande hacia ella. —¿Jefe José, en algún momento le he ofendido? —Ximena tampoco esquivó el tema; lo miró con calma y preguntó de manera directa. Su mirada parecía cubierta por una capa de escarcha, pero aun así, su tono permanecía sereno. No hubo palabras duras ni agresivas. Sin embargo, José no pensaba que Ximena fuera una persona de buen carácter; para él, Ximena solo actuaba así por inseguridad, incapaz de enfrentarse abiertamente con él. Después de todo, ¡él había presenciado con sus propios ojos sus intentos de "seducción"! —No, señorita Ximena y yo no tenemos ninguna relación, así que hablar de ofensas no tiene sentido. Ximena frunció el ceño. Entonces, ¿de dónde sacaba esas acusaciones sin fundamento? Hasta Valentín mostró un semblante serio; siempre había considerado a José un hombre importante, con una visión