Capítulo 41

En cuanto llegué al lugar, mi sorpresa fue enorme. Frente a mí se encontraba nada más y nada menos que Alexis. Estaba recostada a un árbol, con el rostro y el cuerpo empapados en sangre, y contaba dinero con tranquilidad. Me pareció increíble que estuviera en aquella posición, sin preocupación alguna, como si no hubiera nada fuera de lo común con su rostro, su ropa, o los cadáveres apilados a sus pies. No parecía importarle que se hallaba frente a los miembros de mi manada, a quienes debía responder por sus actos. No nos lanzó ni una mirada. Miré a mis hombres, Blake, Luke, Jason y Alex, los cuales tenían una extraña expresión en sus rostros y comprendí lo que pensaban. Debía ser imposible para ellos entender a aquella chica, si ni siquiera yo era capaz de hacerlo. Me miraron como en espera de una orden para lidiar con ella, pero no pude evitar suspirar. ¿Qué podían hacer ellos? Por supuesto que era yo quien debía ocuparse de asuntos como aquel. La miré y fruncí el ceño, pues no podía