Capítulo 50

Punto de vista del líder solitario —Jefe, tenemos malas noticias —dijo mi mano derecha antes de inclinarse ante mí. «¿Malas noticias? No había oído mencionar esas palabras desde hacía mucho tiempo. Apuesto lo que debe ser. El alfa aquí no es lo suficientemente poderoso como para contradecir a ninguno de mis hombres, y los humanos no tienen lugar en la parte inferior de la pirámide: ellos son débiles tal cual. ¿Quién tiene agallas para traerme malas noticias?». Con un movimiento de cejas, esperé a que continuara y, apartándome de la chica que estaba de pie frente a mí, la miré con detenimiento. Entonces, hice que agachara la cabeza y la mantuviera así antes de irse en otra dirección. «Estas z*rras no entienden cuando hay que irse». Entonces, puse los ojos en blanco y luego volví a mirar a mi hombre mientras asentía para que continuara. Al mismo tiempo, yo pasaba las páginas del contrato que tenía que firmar con el alfa, quien estaba muy asustado; yo no sabía que era tan cobarde. Solo ha