Capítulo 56

Mientras caminaba hacia el interior del bosque para buscar algunas frutas para mí porque era demasiado perezosa como para ir a un supermercado y comprar algunas, miré al conejo que me había estado siguiendo desde que entré en esa zona. Parecía que intentaba decirme en secreto dónde estaban las frutas y no pude evitar seguirle la pista. Además, era un conejito demasiado tierno como para ignorarlo. Hasta ese momento, había recogido tres naranjas y cuatro moras, y me encontraba entonces vagando para ver si podía conseguir otro tipo de fruta. No me malinterpreten, podría haber conseguido muchas de las frutas de esos árboles, pero me conformé con recoger lo que había en el suelo del bosque. Puede que fuera un poco codiciosa, pero conocía un término llamado uso sostenible, el cual seguía de manera estricta. Además, esa zona estaba llena de animales pequeños que solo se alimentaban de eso. —Alexis, no sigas. Creo que estas pocas frutas son suficientes para vivir un día. Siempre puedes cocinar