Capítulo 97

Punto de vista del líder solitario —De acuerdo, no hablemos de ello. ¿Por qué no me cuentas algo sobre ti? No sé nada sobre ti, aparte de que eres una linterna. Recordé que lo mencionaste la última vez —le pregunté, ya que quería seguir escuchando su voz, esa una música que había estado anhelando escuchar esos últimos años, y no pude evitar querer disfrutarla al máximo. —¿Qué quieres saber de mí? Las cosas me han ido mal como siempre. —Sonrió con amargura y, al ver la tristeza en su rostro, quise impedir que continuara. Yo quería escuchar su voz, pero no a costa de entristecerla. Estaba a punto de hacerle otra pregunta cuando empezó a decir—: Cuando regresé a los límites de la manada a la mañana siguiente, todos me inculparon supuestamente por haber salido incluso cuando intentaron detenerme y eso me costó una buena paliza de mi padre, que creyó aquellas mentiras sin más. Pensé que moriría aquel día. Sin embargo, la noticia de que Mark venía a verme de nuevo le impidió continuar. —¿Te