Capítulo 1105

Lorena apretó el teléfono con fuerza; su tono se volvió ansioso. —¿Cómo estás ahora? —Estoy bien. Las personas ocultas se enfrentaron con los hombres de Silvio. Ninguno de los dos bandos salió ganando. Silvio aprovechó para retirarse. Rocío está en mis brazos. Dice cosas que no entiendo muy bien, como esas palabras que tú y Pedro solían usar. Yo, yo no sé qué responder. Ha perdido mucha sangre. Los dedos de Emilio, que sostenían el teléfono, estaban completamente cubiertos de sangre. Esta descendía por su muñeca, goteando, con un aspecto aterrador. Mientras hablaba con Lorena, su mente estaba completamente en blanco. No tenía idea de qué quería expresar, como si solo el instinto de su cuerpo lo empujara a seguir hablando. Por eso, sus palabras sonaban desordenadas. Rocío estaba en sus brazos; la sangre que brotaba de su pecho no se detenía, y su ropa ya estaba casi completamente teñida de rojo. Olivia acababa de aplicarle primeros auxilios, pero la bala estaba demasiado cerca del coraz