Capítulo 1148

El tonto aún quería irse con Lorena, pero ella bajó suavemente su mano y dijo: —Tranquilo, vendré a verte a menudo. Aquí debes portarte bien; todos ellos son tu familia y no te harán ningún daño. Si quieres jugar, también puedes hacerlo con ellos. Volveré otro día y entonces te llevaré de regreso, ¿de acuerdo? El tonto la miró con los ojos llenos de esperanza y, finalmente, soltó la ropa que tenía en la mano. —Está bien, pero no me puedes engañar. Cuando Lorena regresó a Jardines de la Paz, volvió a buscar información en Internet. El resto del tiempo solo era cuestión de esperar a que la familia Martínez tomara acción. Leonardo había dicho que en tres días podrían sacar a Pedro, y Lorena solo esperaba que él pudiera resistir esos tres días. Como no tenía nada que hacer en ese momento, decidió salir a dar una vuelta con alguna amiga. Pensó que ambas estarían ocupadas, pero para su sorpresa, Esther aceptó. Lorena se encontró con ella en una tienda de postres. Al verla con una expresión m