Capítulo 1154

Sacó su teléfono móvil, pensó un momento y finalmente decidió llamar a Alejandro. Alejandro contestó la llamada. —¿Qué pasa? —Alejandro, tengo que contarte algo. No te asustes. En mi memoria, anteayer todavía estábamos bebiendo juntos en el bar, y al despertar, de repente, estoy siete u ocho años en el futuro. Alejandro permaneció unos segundos en silencio antes de responder: —Yo no he salido de casa últimamente. Rubén guardó silencio, luego se dio un golpecito en la cabeza. —Solo quería preguntarte, ¿cómo va mi relación con mi esposa? No se atrevía a preguntarle a Esther; solo podía hacerlo en secreto a Alejandro. —No muy bien. Después de casarte con ella, te fuiste del país por despecho durante tres años sin mantener contacto con tu familia. Cuando volviste, querías divorciarte, aunque hace poco cambiaste de idea y ya no querías separarte. Pero, ahora, es ella quien quiere hacerlo. Más o menos así fue. Antes te molestaba bastante. Rubén abrió la boca, sintiendo como si algo tirara de