Capítulo 1235

Teodoro golpeó la puerta con el rostro lleno de ira. —¿Ahora te has vuelto insolente y te atreves a bloquear mis contactos? ¡Esther, no olvides que soy tu padre! Esther se rio, y en sus ojos se asomó el desdén. —Si no te largas ahora mismo, llamaré a la administración del edificio. Teodoro frunció el ceño, furioso. Alzó la mano para abofetearla, pero su muñeca fue detenida en el aire por Rubén. Este último mostró una expresión sombría. —¿Qué te crees que eres para atreverte a pegarle? Teodoro no esperaba que Rubén estuviera allí. ¿No decían que la relación entre Rubén y Esther iba mal? ¿Qué estaba pasando ahora? En su rostro apareció de inmediato una expresión conciliadora. —Rubén, ¿te has reconciliado con Estherita? Parece que los rumores eran falsos. Mi empresa está atravesando algunos problemas; por favor, en consideración a Estherita, ¿me harías un favor? Últimamente había invertido junto con una gran empresa en un proyecto muy apalancado y de alto riesgo. Aunque el riesgo era gran