Capítulo 1262

Pero al segundo siguiente, Elena le tomó la mano de pronto, acercando su cuerpo muy, muy cerca. Lorena se quedó completamente inmóvil; ¿acaso esa mujer planeaba hacer lo que ella pensaba? ¿Pretendía seducirla? Las comisuras de sus labios se contrajeron; había vivido tanto, y era la primera vez que se encontraba en una situación así. En un instante se quedó rígida, sin saber cómo reaccionar. Elena sopló suavemente junto a su oído, con un tono que se volvió dulce. —Lázaro, la primera vez que te vi, sentí que había en ti una especie de aura especial que hacía imposible apartar la mirada. De verdad, quiero colaborar contigo. Primero, porque me gusta tu capacidad; segundo, porque me gusta tu aspecto. Eres muy atractivo, me resultas fascinante. A Lorena se le erizó la piel por completo. Si seguía callada, realmente temía que Elena terminara empujándola. Elena era capaz de sacrificarlo todo por la victoria; además, en su propia villa mantenía a varios hombres. Algunos se los había dado el pre