Capítulo 1341

Y Luis, siendo una persona honesta, era muy bueno cuidando de los demás. Lorena ya no quería decir ni una palabra. Solo le dijo a César: —¿Se pueden llevar a estas dos personas ahora? —Sí. Justamente esta noche uno de los nuestros va a comprar un barco de la familia Aguilar. Podemos esconderlos entre la mercancía. Además, les recomiendo que vayan a la Hacienda Santa Lucía, allá en Llanoazul. En Llanoazul hay muchas formas de preparar la comida, a veces no tan grasosa, pero igual muy rica. César lo tenía todo muy bien planeado. Al oír el nombre de Llanoazul, los ojos de Laura se iluminaron de inmediato. Se arrodilló ante Lorena, le tomó una mano y la besó. —De ahora en adelante te serviré por el resto de mi vida, mi señora. Lorena deseaba lavar esa mano al menos unas diez veces. Se apresuró a decirle a César: —Que se vayan esta misma noche. Ambos tienen capacidades, seguro podrán vivir muy bien allá. Luis permaneció en silencio, sin decir nada. Laura arrugó la frente. —¿No quieres irte