Capítulo 1386

Por la noche, Lorena se había bañado y yacía en la cama, dando vueltas sin poder conciliar el sueño. Pedro le rodeó la cintura con el brazo. —¿Todavía estás pensando en eso? Lorena miró la hora. Ya eran las dos de la madrugada. —Sí... Me siento inquieta. Lo que más me duele de todo esto es que nadie ha hecho nada malo. Ramón es una buena persona, Antonio también lo es, y Benjamín igual... Pero, aun así, ya no podrán convivir como una familia normal. Pedro la estrechó con más fuerza entre sus brazos y alzó la mano para acariciarle el cabello. —No le des tantas vueltas. Ramón trabaja para mí, conozco bien su carácter. No va a desquitarse con Benjamín. Y en cuanto a Antonio... Alguien que ha sido tan protegido por Ramón no se va a derrumbar fácilmente. Lorena, piensa en nuestro hijo. Nunca me has pedido ver una foto suya. El cuerpo de Lorena se tensó de inmediato y, en cuestión de segundos, comenzó a sudar de puro nerviosismo. Lo apartó suavemente y luego levantó la manta, pero aun así se