Capítulo 1449

Después de hablar, se cubrió el hombro y salió caminando hacia afuera. Salvador se quedó sentado en su lugar. No sabía con claridad qué estaba sintiendo, era una mezcla compleja, con un toque de amargura. Pedro se detuvo justo cuando llegó a la puerta principal. Detrás de él todo era un caos, pero Lorena y Emilio lo esperaban donde daba el sol. De pronto, aceleró el paso. Los ojos de Lorena se iluminaron y también corrió hacia él. Al notar que tenía una herida en el hombro, levantó la mano y se la cubrió. —¿Es grave? Pedro negó con la cabeza. Su voz era ronca. —Pronto llegarán más personas de otros países a apoyarnos. Nosotros nos vamos ya; otros se encargarán de lo que sigue. Lorena asintió. Aún quedaban muchos investigadores atrapados dentro. Venían de todas partes del país y tendrían que ser enviados de vuelta a casa. Además, alguien debía ocuparse de los microexplosivos que llevaban en el cuerpo. Pero todo eso era asunto del Estado, no tenía nada que ver con ellos. El grupo empezó