Capítulo 961

Pedro no respondió; solo sintió un dolor intenso en la garganta. Lorena le agarró de golpe la mano, su palma estaba empapada en sudor, y sus labios carecían por completo de color. —¿Y después? ¿Qué pasó? Pedro apretó los labios, sin atreverse a mirar a los ojos de Lorena. A través de la ventana, contempló el exterior. —Cuando encontré a Andrés, estaba tan hambriento que apenas le quedaba un hilo de vida. El médico dijo que era un bebé prematuro, con la salud muy frágil y sin energía vital suficiente. Yo... Yo lo encontré en un cubo de basura. Después lo cuidé con esmero cada día... Lorena jamás habría imaginado que en el mundo pudieran existir cosas tan desgarradoras. En aquel entonces Pedro estaba enamorado de ella, y traer de vuelta a Andrés desde un cubo de basura debió de ser devastador. ¿Acaso habría pensado que Lorena no quería a ese niño y lo había abandonado a propósito? El dolor de cabeza de Lorena era insoportable; incluso le costaba atreverse a recordar. La voz de Pedro se f