Capítulo 993

Allí ya era de mañana, y Lorena aprovechó que Adriana paseaba por el jardín para acercarse de inmediato a ella. —Señora Adriana. Adriana arrugó la frente, se giró para mirarla y preguntó: —¿Pasa algo? —¿La señora Adriana conocía a Salvatore? Sus pupilas se contrajeron bruscamente; su cara cambió de inmediato y hasta retrocedió un paso. —¿Quién eres tú en realidad? Al verla así, Lorena supo de inmediato que esa mujer tenía, sin duda, alguna relación con Salvatore. —¿Podríamos hablar en otro lugar? El semblante de Adriana cambió varias veces antes de indicar finalmente un sitio. Lorena y Benjamín fueron a ese lugar al mediodía, esta vez sin disfrazarse. Se trataba de un reservado del hotel, muy tranquilo. La mirada de Adriana recorrió a Lorena de arriba abajo y luego soltó una risa fría. —Conque eras tú. Lo que más quería saber Lorena en ese momento era si ella había quedado enredada con Arnoldo; el hecho de que aún pudiera aparecer allí significaba que Arnoldo todavía no había actuado.