Capítulo 358 Ataque furtivos

Jacob había estado mirando fijamente la espalda de la Señora Shaw. Al principio se sorprendió, pero se calmó tan pronto como vio a Anna. Se subió los anteojos y dijo con frialdad: "Estoy pensando en formas en las que puedo maltratar a la Señora Shaw sin alertar a los guardaespaldas". Aunque ya tenía un contrato que haría que la Señora Shaw se arrepintiera de todo, Jacob todavía sentía que no era suficiente. Susan estaba en ese momento en una situación peligrosa debido a la Señora Shaw. No sabía si ella todavía estaba viva o ya estaba muerta. Si no le pasaba nada, todo estaría bien. Sin embargo, si se encontraba con algún percance, seguramente haría que la Señora Shaw pagara el precio. En cualquier caso, hoy quería vengarse de la Señora Shaw por todo lo que le había hecho a Susan. “Oh, ¿puedes leer mi mente? ¡Estaba pensando en lo mismo!". Anna miró emocionada a Jacob. Luego, bajó la voz y agregó: “Déjame decirte algo. Aunque soy la peor peleando en mi familia, soy muy buena en ataques furtivos. Cuando estuve en la escuela la última vez, había un estudiante decano al que le encantaba acosar a las alumnas. Una noche, preparé un ladrillo, le vendé los ojos con un saco y luego lo golpeé con el ladrillo. No puedes entender lo bueno que fue ese sentimiento. Por lo tanto, hoy también he preparado un ladrillo". Después de decir eso, Anna sacó un gran ladrillo de la nada, deslumbrando a Jacob. Le tomó bastante tiempo recuperarse y preguntar: "¿Dónde escondías el... ladrillo?". El ladrillo era enorme, pero si Anna no lo hubiera sacado, él no lo habría notado. "Este no es el punto. El caso es que puedo compartir el ladrillo contigo". Luego, levantó la mano en alto. Después de respirar profundamente, movió su mano en un rápido deslizamiento hacia abajo mientras Jacob miraba. El ladrillo seguía posado en el suelo, perfectamente intacto. La cara de Anna se sonrojó de vergüenza. Sin embargo, la vergüenza no permaneció mucho tiempo en su rostro, ya que dijo con severidad: "Solo estoy probando si el ladrillo es bueno o no". Después de decir eso, rompió el ladrillo en dos pedazos y le dio la otra mitad a Jacob. “Este es el mejor equipo que puedes encontrar para matar y robar. La próxima vez que te enojes con alguien, recuerda comprar un ladrillo”, dijo Anna con toda seriedad. "Y no uses una camiseta blanca. Te delatará. Tienes que vestir de negro, como yo. Además, esto es un saco. Recuerda cubrir su cabeza cuando la estemos golpeando". Jacob asintió. "Vamos. La Señora Shaw se escapa. Podríamos perderla si no la seguimos". Al decir eso, Anna tiró de la mano de Jacob y juntos se movieron lentamente hacia la Señora Shaw. Al mismo tiempo, dijo en voz baja: "Te lo digo, soy la experta aquí, así que tienes que escucharme. Más tarde, encontraré una manera de alejar a los dos guardaespaldas. Entonces, correrás y cubrirás su cabeza con el saco...". Mientras Anna le estaba contando a Jacob su plan, una sombra emergió repentinamente de la nada y rápidamente hizo caer a los dos guardaespaldas con dos golpes sucesivos. Entonces, la sombra juntó las manos y miró a Anna con desdén. "No hay necesidad de planificar si te esfuerzas más en aprender artes marciales. Puedes ir directamente hacia ellos y dejarlos inconscientes". "¿Hermano? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y cómo pudiste escucharnos a escondidas?”, Anna pataleó con frustración. "No hables tanto. Mira, la Señora Shaw se subirá al coche”, se burló Oliver. Anna y Jacob intercambiaron una mirada antes de que ambos corrieran al unísono. Justo antes de que la Señora Shaw subiera al coche, Anna le puso el saco en la cabeza. Al mismo tiempo, Oliver le dio un puñetazo al conductor y también lo noqueó. "¡Argh!", la Señora Shaw solo pudo dejar escapar un grito cuando los golpes comenzaron a llover sobre ella. "¿Quién diablos eres tú? ¿Cómo te atreves a golpearme? Sabes quién soy yo ¡Deja de pegarme!". "¡Oh rayos! Hermano, ¿puedes moverte un poco para allá? No puedo golpearla desde aquí", dijo Anna, frunciendo el ceño a su hermano. "¿Por qué debería escucharte?". Oliver y Anna comenzaron a discutir entre ellos. La Señora Shaw tenía buen oído, así que pronto reconoció sus voces y dijo: “¿Anna Wright? ¿Oliver Wright? Son ustedes, ¿verdad? Qué demonios…". "No, personas equivocadas". Oliver puso los ojos en blanco y luego volvió a golpear la cara de la Señora Shaw. Cuando se cansaron de golpear a la Señora Shaw, se fueron rápidamente. Los tres se sintieron renovados después de golpear a la Señora Shaw. Al día siguiente, se publicó el resultado de la prueba de ADN. Todos llegaron temprano al hospital excepto la Señora Shaw. Jacob, Oliver y Anna sabían por qué la Señora Shaw no había aparecido aún, a pesar de que era la más ansiosa por saber el resultado. Los tres intercambiaron una mirada de complicidad y optaron por permanecer en silencio. Esperaron un buen rato antes de que apareciera la Señora Shaw. Llevaba un par de enormes gafas de sol que cubrían la mayor parte de su rostro. En el momento en que vio a Oliver y Anna, gruñó: “¿Cómo se atreven ustedes dos a presentarse frente a mí? Ya presenté un informe policial y la policía vendrá a arrestarlos a los dos pronto". La Señora Shaw solo había escuchado las voces de Oliver y Anna. No sabía que Jacob también había sido parte de eso. "¿Eh? ¿De qué está hablando, Señora Shaw? No entiendo nada. Mi hermano y yo no hemos hecho nada malo. ¿Por qué querrías llamar a la policía para arrestarnos?", Anna respondió, mirando con incredulidad a la Señora Shaw. "¿No sabes de lo que estoy hablando? ¡Esto es de lo que hablo!", la Señora Shaw se quitó las gafas de sol con fuerza y ​​reveló los moretones en su rostro. Uno de sus ojos estaba morado y parecía un panda. "¡Pffft!", Anna no pudo evitar reír. Las personas restantes pudieron contenerse, pero también estaban reprimiendo la risa. "¿Qué es tan gracioso?", la Señora Shaw espetó. "Julian, ayer me dieron una paliza". Julian frunció el ceño pero no respondió nada. "Si dices que fuimos nosotros los que te golpeamos, entonces tienes que mostrarnos alguna prueba. Ayer por la noche, mi hermano, Jacob y yo cenamos juntos. No tuvimos tiempo para hacer algo así”, dijo Anna. "Sí, tiene razón". Jacob asintió. "¿Quizás fue alguna otra gente a la que no le agradas? No te preocupes. Cuando encuentres al principal culpable, llámame. Te ayudaré a darles una lección", intervino Oliver. "Tú... Tú...", la Señora Shaw estaba extremadamente indignada. "¡Escuché sus voces!". “Tus oídos deben haberte fallado. Ya sabes, cuando los humanos alcanzan cierta edad, comienzan a perder la audición”, dijo Anna. La Señora Shaw estaba a punto de volverse loca. "Aunque soy mayor, no hay forma de que no reconozca sus voces". "¿Quién sabe?", Anna se encogió de hombros con indiferencia. El cuerpo de la Señora Shaw temblaba incontrolablemente de rabia. "No quieres admitirlo, ¿verdad? Bien. Entonces, ¿cómo van a explicar por qué mi conductor dijo que los vio a todos antes de perder el conocimiento?”. "Bueno, tal vez necesite hacer una cita con un oftalmólogo", respondió Oliver con indiferencia. "Tú... yo...", la Señora Shaw temblaba incontrolablemente. En ese momento, salió el médico. "El resultado está listo". Con grandes pasos, la Señora Shaw se acercó al médico y le dijo: “Rápido, doctor. Dígales que la niña no está relacionada con los Shaw". El médico se quedó atónito por un momento, pero pronto recuperó la compostura. “Según el resultado de la prueba, la estructura del ADN tanto del padre como del bebé es muy similar. No hay duda de que son padre e hija”. "¿Escuchaste? Chesney no es…”, justo cuando la Señora Shaw estaba a punto de decir algo, de repente se volteó para mirar al médico, con los ojos llenos de incredulidad. "¿Qué dijiste? ¿Chesney es la hija biológica de Julian?”. El médico estaba desconcertado por la reacción de la Señora Shaw. Normalmente, la gente estaría muy feliz o aliviada de obtener este tipo de resultado. No tenía idea de por qué parecía que la Señora Shaw no quería que Julian fuera el padre biológico de Chesney.