Capítulo 99

Pedro enderezó la espalda y comenzó a jactarse de su jugoso salario en aquella empresa. —Ahora mi sueldo anual se acerca alrededor de los cien mil dólares, soy un miembro técnico clave e insustituible en la compañía, y además, el futuro de nuestra empresa es ilimitado. Su orgullo, ante los ojos de Alonso, resultaba ridículo. Alonso alzó las cejas con desgano y, con una voz perezosa hasta el extremo, le dijo: —¿Oh? ¿En verdad es insustituible? Pedro se encogió de hombros, satisfecho. —En Altavista, los que tienen un nivel académico más alto que yo no poseen mi experiencia laboral; y los que tienen experiencia, no tienen mis estudios. Alonso sonrió con un significado confuso. —Pronto sabrás que sí puedes ser sustituido. Pilar intentó por todos los medios resaltar su superioridad a través del trabajo de Pedro. Alzó el mentón con altivez y miró orgullosa a Alonso. —Ahora en Altavista no es nada fácil encontrar un buen trabajo. ¿Y dónde trabajas tú? ¿Y tú salario cuál es? Aunque no importa