Capítulo 648

Camila lo negó. —No, hace tres años me llamó para salir, pero cuando fui al lugar no vi a nadie. Desde entonces, no lo he vuelto a ver. Mientras hablaba, Camila se rió con amargura. —Hace tres años ya estaba casado. Tampoco volví a ver a Melis. Tal vez se mudaron juntos a otro lugar para empezar una nueva vida allí. Raquel miró con compasión a Camila.—¿Camila, estás bien? Camila curvó ligeramente los labios. —Sí estoy bien, Raquelita. Héctor y yo ya terminamos. No voy a volver a entristecerme por él. Raquel contestó. —Entonces está bien. Vamos a comer. En ese momento, llegaron dos personas más al restaurante: Ana y Elena. Ana y Elena habían hecho por completo el ridículo en la fiesta de gala, así que ahora se habían reunido para comer juntas. Elena habló con rabia. —Todo eso fue culpa de esa perra de Raquel. Ahora todas las damas de sociedad se burlan de nosotras. Hasta los chicos ricos con los que me comunicaba en privado me han dejado de hablar y hasta me bloquearon. La vida amorosa