Capítulo 737

Raquel tembló, alzó la mano y apoyó con fuerza la palma contra su musculoso pecho, tratando de empujarlo. Pero Alberto la había acorralado contra el lavamanos, encerrando su cuerpo delicado entre sus brazos, besándola con urgencia, sin intención alguna de soltarla. Raquel abrió la boca y le mordió la comisura de los labios. —¡Ah…! Alberto gimió de dolor y al instante la soltó. Se limpió la comisura de los labios con el dorso de la mano; ya estaba sangrando. Alberto no solo no se enojó, sino que esbozó una linda sonrisa. Miró a Raquel y dijo satisfecho: —¡Sigues siendo tan apasionada, te encanta morderme! Raquel frunció las cejas delicadas y le respondió.—Alberto, ¿qué te pasa? ¿Te ocurrió algo? Raquel ya había notado algo extraño en Alberto. Esa noche él estaba muy excitado, lleno de deseo posesivo. Por supuesto, Alberto no iba a contarle que en privado se había hecho una prueba de paternidad por ADN. Ahora estaba esperando ansioso los resultados, y el solo hecho de pensar que Bethra p