Capítulo 809

Ningún hombre podría soportar semejante provocación, y más aún considerando que Alarico siempre había sentido una profunda incomodidad por la presencia de Héctor. Alarico se rio con frialdad. —¡Camila, esta noche te voy a destruir! Él extendió la mano para tirar del cuello de la camisa de Camila, con la intención de romperle la ropa. En ese momento, Camila sacó el spray de pimienta que siempre llevaba escondido en la cintura y lo roció directamente en la cara de Alarico. Alarico no esperaba que Camila estuviera armada. El líquido picante entró en sus ojos y él gritó de dolor: —¡Ah! Camila aprovechó la oportunidad para empujarlo con fuerza. —Alarico, ¿de verdad pensaste que vendría a esta cita sin estar preparada? ¡Este spray de pimienta es especialmente para ti! La última vez, Alarico ya había intentado propasarse con ella. Si no hubiera sido por aquel conductor, ya habría caído en sus manos. Por eso, esta vez, al volver a aceptar la invitación de Alarico, Camila llevaba consigo el spr