Capítulo 860

Samuel llegó a la oficina, Lorenzo ya lo estaba esperando. —Vámonos, primero vamos a la reunión. Lorenzo miró a Samuel y señaló el cuello de Samuel. —Señor, ¿quiere cubrirse la marca de beso que tiene aquí? Samuel miró a través del espejo; la noche anterior, Camila le había dejado una marca de beso en el cuello. Él, de buen humor, arqueó una ceja. —No hace falta vamos. Samuel salió llevando a Lorenzo. Los funcionarios afuera, al ver a Samuel, saludaron respetuosamente: —Señor. Samuel caminó con paso firme hacia la sala de reuniones. El ambiente entre los funcionarios era muy animado. Todos estaban chismoseando: —¿Vieron la marca de beso en el cuello del director? Dios mío, ¡alguien le dejó una marca de beso al director! —La reunión que originalmente era a las nueve se retrasó, todos los altos cargos están esperando al director. Se dice que en la oficina del director está escondida su novia, que recién se despertaron. —Dios, ¡ya me imagino lo que pasó entre ellos anoche! —Debe haber sid