Capítulo 972

Ese bar siempre había sido un lugar de reunión para jóvenes adinerados, y también el mejor escenario para que ellas buscaran conquistas. Ahora, tras haber hecho semejante ridículo, Paula había perdido toda dignidad y, sin duda, pronto la historia se difundiría por todo el círculo social. Su reputación se desplomaría de manera estrepitosa. Paula se puso de pie rápidamente, completamente desaliñada, y miró a Samuel con una expresión de reproche. —Señor Samuel... Él estaba sentado junto a Camila. Levantó su mirada fría y, con voz serena, respondió: —Secretaria Paula, hace un momento te lanzaste de repente y yo solo pude apartarme a un lado. Pff. Camila curvó los labios en una sonrisa. Paula se enfureció aún más. En ese instante, Camila la estaba ridiculizando sin disimulo. Paula apretó los puños de la rabia. —Señorita Camila, ¿de qué te ríes? Camila miró a Paula. —¿Para qué preguntas lo obvio? Por supuesto que me estoy riendo de ti. Paula replicó: —¿De verdad te pone tan feliz que me haya