Capítulo 33

Si se puede evitar el contacto, mejor evitarlo. Voy a mandar un mensaje ahora para decirle que de repente tengo un asunto urgente y no puedo ir. —Muchas gracias, señorita Adelaida, es usted de veras muy amable.—dijo Fabián, levantándose de inmediato y haciendo una reverenciade agradecimiento. De inmediato, cortó las palabras que Adelfo estaba a punto de decir. Como el botón espacial personalizado de Adelaida todavía necesitaba un tiempo para llegar, Adelaida metió todas las cosas en el botón espacial de Adelfo. El botón espacial de Leocadio fue destruido por los Zergs Orcos el mismo día en que Adelaida llegó, y el nuevo también tendría que esperar. Así que las pertenencias de Leocadio también se pusieron en el botón espacial de Adelfo. —Déjame una bolsa de este fortigel morado, las otras dos puedes dárselas a las hembras de la Alianza, y lo que sobra dáselo a los machos. Dijo Adelaida a Adelfo, quien estaba guardando el fortigel morado. Según la idea de Adelfo, todo el fortigel morado