Capítulo 60

Una sensación fría recorrió su muñeca. Adelaida miró hacia abajo y vio que Pedro le había puesto una pulsera plateada. La pulsera parecía estar hecha como de un material especial, y tenía varias pequeñas cuentas de colores diferentes. Casualmente, todos esos colores eran los que Adelaida adoraba. Verde esmeralda, azul hielo, amarillo pálido. Adelaida contó las cuentas: cinco verdes, dos azules y una amarilla. Dentro de esas cuentas parecía haber líneas de luz, como si algo luminoso pasara a través de ellas. —Es para ti. Pedro se alejó un poco de Adelaida y le dijo suavemente: —Toca la cuenta que quieras ver, después de escanear tu iris, habrá una sorpresa dentro. —Cada una tiene una.—Pedro sonrió mostrando una bonita sonrisa, mientras las plumas sobre su cabeza se movían al viento. —¿Ahh? ¿Por qué me das esto?—Adelaida lo miró con algo de confusión. Pedro solo sonrió sin responder a la pregunta de Adelaida. Adelaida sin querer, su dedo tocó una de las cuentas. La cuenta inmediatamente