Capítulo 12 Regalo de Navidad

Jaime consiguió el cargo de asistente personal en mi empresa. Aunque solo era un asistente, todos pensaban que él era la persona que me gustaba. A pesar de que en línea manteníamos un enfrentamiento feroz, él aún así logró conseguir un cargo en mi empresa, lo que dejaba claro que yo no lo había olvidado. Jaime también estaba muy orgulloso, convencido de que me tenía bajo su control. En la empresa, hacía todo lo posible por complacerme. Pero yo me mantenía indiferente con él, no lo aceptaba pero tampoco lo i rechazaba, dejando espacio para muchas especulaciones. Él seguía manteniendo su actitud arrogante, sin poner a nadie en su lugar. Ni los empleados comunes se atrevían a enfrentarse a él, y él desempeñaba su cargo de asistente con más poder que algunos de los supervisores. El único que de forma abierta no lo soportaba y se atrevía a enfrentarse a él era Eduardo. Cuando Jaime estaba en su punto más arrogante, Eduardo siempre le echaba un balde de agua fría para que se calmara. Jaime v