Capítulo 21

Hasta que escuchó la voz familiar de la mujer, Julia finalmente reconoció que la persona frente a ella no era otra más que Sara. No sabía qué había vivido en estas dos semanas, pero ella no solo se había adelgazado al extremo, sino que también tenía una palidez poco saludable, lo que hacía que sus ojos enrojecidos fueran aún más aterradores. Ella agarró desesperada la manga de Julia, llorando y suplicando desconsolada: —Señorita Julia, ¿puede dejar de seducir a mi esposo? Se lo ruego, por favor no destruya mi familia. Todos los presentes quedaron atónitos ante este giro inesperado. Y los medios que habían acudido a la rueda de prensa olieron enseguida el escándalo, apuntando las cámaras hacia Julia y Sara, quien estaba arrodillada en el suelo. Incluso hubo algunos que estaban listos para lanzarse y conseguir la primicia de la entrevista. Julia, reprimiendo su ira, apartó con frialdad la mano de Sara. —Sara, deja de hacer locuras aquí. ¡Daniel y yo ya terminamos! Además, estuve con él d