Capítulo 24

Julia estaba preparándose para ir a comer paella con Francisco. Por instinto alzó la vista y vio a Daniel. Tan solo unos días sin verse y, él se había demacrado notablemente, estaba pálido y tenía los ojos llenos de venas rojas. Le tendió unas hojas de papel: —Sara ya firmó el acuerdo de divorcio. En menos de un mes podré obtener el certificado de divorcio. Julita, ahora ya no tengo ninguna relación con Sara. ¿Puedes volver conmigo ahora? Hasta el día de hoy, Daniel aún seguía creyendo que Julia se había marchado porque él y Sara habían conseguido el certificado de matrimonio. Por eso, gastó la mayor parte de sus ahorros en ayudarle a Sara a devolverle el dinero a la familia Cruz, para que ella aceptara divorciarse de él. En cuanto tuvo el acuerdo de divorcio en sus manos, no pudo esperar y corrió ansioso a buscar a Julia, esperando que ella cambiara de opinión. Sin embargo, Julia se enojó y retrocedió un paso. —Daniel, ya te lo he dejado muy claro: ya no te quiero, hemos terminado. No