Capítulo 18

En el instante en que el puño de Alicia impactó en el rostro de Rosa, el aire en la habitación pareció congelarse. Sus nudillos enrojecidos, la respiración agitada, y una furia desconocida brillando en su mirada. Rosa retrocedió limpiándose la sangre, pero Bruno se interpuso y apartó a Alicia de un empujón: —¿Estás loca? ¿Qué te pasa? Alicia dio un paso atrás, los ojos inyectados en rojo: —¿Que si estoy loca? ¿Sabes lo que estás haciendo? Bruno soltó una carcajada fría: —¿Tener relaciones con mi novia no es normal? Esta es mi casa. Si quieres montar un escándalo, vete a hacerlo fuera. El pecho de Alicia subía y bajaba, la voz rota por el dolor: —¿Qué quieres que haga para que vuelvas conmigo? Bruno la miró directamente: —¿Todavía no lo entiendes? No voy a volver contigo. Ya no te quiero, tengo una nueva vida. Alicia respondió, la voz áspera: —¿Y tu nueva vida es con esta mujer fácil? Bruno se rió de repente: —¿Mujer fácil? Fue hasta el cajón y sacó una caja: —Ella es mucho más limpia q