Webfic
Open the Webfic App to read more wonderful content

Capítulo 309

"¿Qué tenemos que ver nosotros con que se haya caído del edificio?". En efecto, David lo sabía. De lo contrario, Isabella hubiera reaccionado de otra forma. "¿De qué hablas? Ambas son mis hijas. ¿A qué te refieres?", preguntó David enojado. RK no estaba dispuesto a perder el tiempo viendo su actuación, así que se dirigió al otro extremo del corredor. David e Isabella entraron a la sala. "Sophia, ¿qué te pasa? ¿Estás bien?". Isabella caminó hacia ella muy preocupada. "¡Mamá, estoy bien!", la tranquilizó Sophia. "¡Mírate! ¿Por qué no fuiste a casa anoche?", exclamó David enfadado. "Bueno, ¿de qué sirve reprocharla por eso? ¡Está en el pasado!", la defendió Isabella. "Oh, por cierto, Sophia, ¿por qué RK se preocupa más por Stella que por ti? ¿Hay problemas entre ustedes?". "No. Mamá, ya tomé una decisión. ¡Ya no quiero casarme con él!". "¿¡¡¡Qué!!!? Sophia, ¿la fiebre te dañó el cerebro y ya no sabes de lo que hablas?", profirió Isabella perpleja. "No, mamá. Ya no me gusta RK. ¡Stella y yo hemos peleado por él durante mucho tiempo y ya estoy cansada!". "¿RK te amenazó? ¿O Stella? Lo sabía. Ella no es una buena persona. ¿Cómo pudiste ceder frente a ella? Tú y RK han estado enamorados durante tantos años...". "Mamá, detente. Nadie me obligó. Estoy exhausta. Ya no me gusta RK. Solo quiero ir a casa y quedarme ahí". Isabella no tuvo más remedio que aceptar su respuesta e irse del hospital con ella y con David. **** RK regresó a la habitación de Stella. Cuando la vio acostada en la cama hablando por teléfono, no pudo evitar fruncir el ceño. «¿Acaso esta mujer no había pasado la etapa de hablar largas horas por teléfono? ¿Por qué tenía ese comportamiento tan infantil?». Ella, al verlo entrar, lo ignoró y continuó hablando en voz baja. "Oh, Dios mío, ¿saliste a comer anoche otra vez? Ayer comiste fideos de arroz y ahora estás tomándote una sopa picante. ¿Cómo es que no te enfermas? Es una lástima que yo esté aquí recluida como una prisionera. No tengo nada que comer y tengo que conformarme con alimentos sencillos todo el día. Estoy por convertirme en una monja vieja. No, no me importa. Emily, te lo advierto: mañana tienes que traerme un poco de esa sopa, con unos fideos instantáneos, champiñones y...", dijo Stella tragando saliva y siguió pensando qué otros ingredientes deseaba. "¿Quieres que te lleve a un restaurante de sopas picantes?", intervino RK. "J*der. Stella, ¿por qué no me dijiste que RK estaba ahí? Se acabó, voy a perder mi trabajo. Escúchame bien, Stella: si me despiden, tienes que ayudarme. Dime que no tengo nada de qué preocuparme. Voy a colgar", se apresuró a despedirse. No sabía que Stella tenía el altavoz activado y que no tenía el teléfono a la mano. Lo había escuchado a través del altavoz y él también había podido escucharla con claridad. "¿Así que a esta hora tú y Emily estaban hablando por teléfono?". RK revisó el reloj. Eran las 9:58 de la mañana. Excelente: horario laboral. "Era la hermana menor de Emily, Smiley... Su voz se parece mucho a la de Emily, jaja", se rio ella incomoda. "¿Por qué Emily te llama en horario laboral?". RK ignoró sus tonterías y se le acercó. "No, no, no. La verdad es que solo era la grabación de una llamada", siguió Stella, con excusas que no tenían ningún sentido. "Ah, ¿sí?". RK levantó una ceja. "Parece que Emily está a punto de perder su trabajo. ¡El grupo RK no contrata empleados holgazanes!". "Oye, RK, no hagas de esto un alboroto. Tú saliste a divertirte y yo me aburrí. ¿Cuál es el problema de que Emily tenga la cortesía de llamarme? Además, no hablamos tanto tiempo. Me la paso todo el día acostada en esta cama harta de esta situación. ¿Cómo puedes ser tan cruel? Si te atreves a despedir a Emily, yo...". "¿Qué vas a hacer?". "Yo... yo...". A decir verdad, Stella no tenía nada con lo que pudiera amenazar a RK. Él le había pagado incluso los gastos médicos. Al parecer, siempre tendría poder sobre ella. "Piénsalo. Esta mañana no me viste al despertar. ¿Acaso no me extrañaste?", le preguntó él con una sonrisa. "¡No, en lo absoluto!", se apresuró a responder ella. Este tipo estaba tan desocupado que tenía el atrevimiento de coquetearle. Cuando se recuperara, tendría que darle su merecido. "¿No? Entonces, ¿por qué te sonrojas?", se rio RK mientras se le acercaba. Stella yacía en la cama y no podía esconderse, así que tuvo que limitarse a mirarlo con los ojos bien abiertos. "¿Sonrojarme? ¡No es cierto!". Stella se tocó rápidamente la cara para asegurarse de que no estaba caliente y bajó las manos. "¿Por qué te cubres la cara si no estás sonrojada?". La había engañado. ¡El astuto RK había ido demasiado lejos! "¡No es asunto tuyo si me sonrojo o no!", respondió ella enojada.

© Webfic, All rights reserved

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.