Capítulo 214

“Umm… no creo…” protesté mientras me alejaba aún más sobre la cama en pánico. Para mi mayor sorpresa, Osirio empezó a reírse de mí y fue entonces cuando me di cuenta de que debía de haberme gastado una broma. No es que me hiciera mucha gracia; sin embargo, me alivió mucho que no insistiera en otra ronda esta noche. Al final, me quedé dormida en los brazos de Osirio por el cansancio, y no recordé nada más de esa noche. A la mañana siguiente, nada me despertó hasta que empecé a moverme sola mientras dormía. Mi cuerpo decidió que ya había descansado suficiente y quería despertar. Precisamente por eso, me desperté tarde y, para cuando me incorporé en la cama, Osirio ya no estaba a mi lado. Presa del pánico, me levanté y fui a buscarlo. No lo encontré por ningún lado y la hora del reloj de la pared lo explicaba. ¡Era casi mediodía! La verdad es que me sorprendió lo mucho que había dormido. ¿Estás despierto, dormilón? Osirio me envió un mensaje provocativo junto con una foto mía durmiendo en