Capítulo 286

He vuelto, aunque nunca me fui de la mansión. La tía miró primero a Osirio, luego a mí y luego de nuevo a Osirio. Estaba seguro de que tenía un millón de preguntas que hacernos, pero al final, solo sonrió y asintió. —Bienvenida de nuevo, Margarita. Me alegra mucho tenerte de vuelta —dijo la tía con una sonrisa conmovedora. “Gracias, tía…” respondí vagamente antes de sonreírle. La tía sabía que no debía hacer preguntas innecesarias. Se notaba que estaba realmente feliz de mi regreso, y lo mismo podía decirse de cómo me sentía yo. —El pequeño Osirio está con una de las criadas en el jardín. No te preocupes por ese pequeñín —me dijo la tía con una sonrisa tranquilizadora, como si pudiera leerme la mente. “Gracias por cuidarlo”, le agradecí y me hice nota mental de agradecer también a las otras sirvientas. —Vámonos —dijo Osirio con impaciencia mientras tiraba de mi mano. Me giré para saludar a la tía antes de que Osirio me alejara de la anciana. Aunque sabía dónde estaban mis habitaciones,