Capítulo 19

Después de que golpearan a Sara, los guardaespaldas la arrojaron sin piedad al sótano. Su cuerpo estaba cubierto de cicatrices horribles, y cada movimiento le provocaba un dolor punzante e insoportable. Alejandro no le dio ni un centavo, tampoco le ofreció ninguna oportunidad de recibir tratamiento, como si dejarla abandonada a su suerte fuera el castigo final que merecía. Ella arrastró su cuerpo destrozado, escondiéndose a duras penas. La escuela a la que había asistido ya la había expulsado desde hacía tiempo, y su historia se había difundido ampliamente en internet; ninguna institución respetable estaba dispuesta a aceptarla. Al final, no tuvo más remedio que inscribirse en una escuela vocacional de muy baja categoría. Sin embargo, sus antiguos escándalos, junto con fotos nítidas de ella, pronto comenzaron a circular en esa nueva escuela. —¡Miren, es ella! ¡La que tendió trampas a otros y fingió tirarse al lago para suicidarse! —Pero ¿cómo puede tener un corazón tan malvado? ¡Si par