Capítulo 148

Por la tarde, en un restaurante cinco estrellas. Vivianna entró y uno de los meseros la llevó a la mesa que había sido reservada. Augustine y su hijo aún no habían llegado, así que la mujer se sentó sola. Dado que ella no era una millonaria, estar en un lugar tan lujoso la hacía sentir un poco incómoda. "Señorita, ¿le gustaría ordenar ahora?". "No, solo dame una taza de té. Gracias". Si Augustine iba a invitar, lo mejor sería esperarlo. El mesero le sirvió un vaso con agua y se fue. Vivianna tomó el recipiente y se paró frente a la hermosa ventana. Estaba mirando las luces de la ciudad, las cuales iluminaban el cielo nocturno. Se sentía tranquila, pero al mismo tiempo, confundida. ¿Había alguien en esta ciudad que fuera tan persistente como ella? Si Augustine la ayudaba a averiguar la verdad, la barrera de su corazón comenzaría a desmoronarse. El encanto de ese hombre era demasiado grande como para poder resistirse. De hecho, ella pensó que incluso si no pudiera ayudarla, terminaría en